El Valle Inferior del Río Chubut (VIRCh), se localiza al NE de la Provincia del Chubut (43° 16’ LS y 65º 30´ L. O.; 30 m.s.n.m.), entre los Departamentos de Rawson y Gaiman. Es un Valle irrigado, con 25000 hectáreas bajo riego, dedicadas a la producción forrajera para el ganado ovino, vacuno y en menor medida el ganado porcino y caprino. En las producciones frutícolas existe presencia de montes de cerezas y frutas finas, algunas hectáreas de peras y manzanas pero sin valor comercial ni económico. La producción hortícola se lleva a cabo mayoritariamente a campo, concentrándose en 1100 hectáreas bajo riego. En los últimos años, la producción de hortalizas bajo cubierta ha crecido en forma notable, contando actualmente con 20 hectáreas aproximadamente. La comunidad boliviana ha cuasi hegemonizado la producción, abasteciendo el mercado local y zonal, trabajando hectáreas arrendadas y en numerosos casos propias. En los distintos eslabones de la cadena comercial se puede observar que la producción es informal, con un manejo irracional del ambiente y de los productos obtenidos. La información disponible del sector es escasa y las estadísticas no son precisas; por lo que en la generación de informes como el presente, se es propenso a cometer errores, sobre o sub dimensionando problemáticas y descripciones. Es por ello que consultando a referentes del sector, intentamos complementar datos y disminuir las faltas.

En la provincia de Santa Fe, el cultivo de frutilla (Fragaria ananassa Duch.) se realiza en la Zona de Coronda y en la Zona de La Costa, donde se ubican además numerosas agroindustrias dedicadas al procesamiento de la fruta. Los objetivos del estudio fueron analizar la evolución del cultivo de frutilla en las distintas zonas productoras, a fin de conocer cuáles han sido los aspectos que la han determinado, así como su relación con otros cultivos zonales. Se trabajó con información censal a partir de una encuesta dirigida a los productores de frutilla en el período 1994-2015. En 2014, se relevaron 103 productores en Coronda y 38 en la Costa.  La introducción de tecnologías innovadoras, tales como variedades, macrotúneles y tratamientos específicos, entre otras, ha posibilitado un incremento significativo de la productividad, pasando de rendimientos máximos de 2.000 kg.ha-1 a 60.000 kg.ha-1, entre 1964 y 2014.